jueves, 28 de diciembre de 2006

The Beta Band




Paisanos litúrgicos de medianoche.

por Darío Falcón


Mi primer acercamiento a The Beta Band fue a través del cine. Lo cierto es que en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, en el clásico subsuelo de calle 7 de La Plata, proyectaban “Alta fidelidad” del director inglés Sthepen Frears y no pude dejar de asistir al evento. El protagonista del film, melómano irrecuperable y propietario de una tienda-boutique de música, promete vender en tiempo récord unos cuantos discos de la banda. Allí es donde escuché la pegadiza melodía de “Dry the rain”, primer tema del EP “Champions versions” de este cuarteto que mas tarde irrumpirá en con un espíritu renovador.
En el Planeta Beta conviven armoniosamente el señor analógico y la señora digital. No hay rivalidad entre las dos modalidades porque ninguna se propone superar a la otra. El trono es compartido aunque sea evidente la jerarquía de uno de los patronos. Los miembros del grupo no han ocultado su desagrado por bandas como Blur, Oasis, Manic Street Preachers y Stereophonics y hasta han declarado en alguna oportunidad estar hartos de la realidad en pro de una música, de algún modo, futurista. Aunque sin atreverse a tomarla por asalto, en sueños la vanguardia merodea cada una de sus propuestas englobadas con la definición de nueva psicodelia. Una discontinuidad espacio-temporal o una continuidad espacial virtual. Como quieran llamarlo. Este es uno de los distintivos de la banda. La exploración de diversas geografías nos sumerge en un ámbito en el que de lo conocido a lo desconocido hay apenas un sólo paso.
En l998 editan “The tree Eps”, una compilación de tres trabajos de corta duración, que logra alcanzar una organicidad impensada. “Dry the rain” podría remitir en una primera escucha a alguna canción de Beck, pero a medida que los fonogramas van circulando comenzamos a notar que aquí el pastel sonoro se elabora con ingredientes propios. Una especie de himno moderno escocés con una progresión envidiable. Ideal para tararear un sábado a la madrugada en algún barsucho de mala muerte.
“Monolito” es el registro de un tour surrealista por las cloacas de un hotel africano. De corte safárico, podría ser pensado como un estudio metódico de los sueños. Después de escucharlo diría Breton: “Cabrá esperar que los misterios que dejen de serlo nos ofrezcan la visión de un gran misterio”. Dieciséis minutos cincuenta en los que se incluye también una versión musical libre del matadero de Esteban Echeverría. Matanza y resurrección de vacas profanas que no dan leche y que como si fuera poco, ladran.
La gema sagrada de este ultimo EP quizás sea “Dr. Baker”. Aquí la voz en clave salmódica de Steve Mason nos transporta de inmediato a la antiguedad. El cantante podría ser tranquilamente Veda, el venerable, recitando en forma no tradicional su historia eclesiástica Gentis Anglorum. Un canto gregoriano disidente.
En l999 sale a la venta “The Beta Band”, un primer álbum de estudio que ellos mismos se encargan de definir como lo peor de ese año. Caótico en su totalidad, se nos presenta como un paroxismo de la no linealidad. Un disco licencioso, caprichoso pero sin que estos términos le jueguen en contra. Aburrido tal vez no sea la palabra adecuada para referirse a este debut extraño. Y en ese caso, no estamos ante un grave problema, porque hasta el aburrimiento y el relajo tienen derecho a tener una banda de sonido. Sería demasiado idiota pretender que todos los discos nos alegraran la vida. La virtud parecería residir aquí en su defecto. En ese punto impreciso que es la duermevela, se instalan estos escoceses para pasar de un lado a otro sin pedir permiso, esquivando todos los peajes, con desvíos provocadores y con viajes oníricos inimitables. Si bien el primer rasgo identificable es el de su heterogeneidad, deberíamos pensar después de varias escuchas, que estamos ante una ilusión de fragmentación, porque finalmente puede ser percibido como una totalidad ubicada siempre un paso mas allá de lo audible. Quizás sea el disco más poético, el más intuitivo, el que más riesgos asume.
“The Beta Band Rap” es un sanguche anunciado con rodajas de folk lactal y rockabilly en ambos lados. Una vuelta en calesita o una sesión de tiro al blanco en alguna kermese de barrio, un travelling por las calles del bronx y un baile alocado en algún tugurio de los años 50.
“It’s not too beatiful” nos acerca el plano aéreo a una ciudad en ruinas, con ambulancias que se manejan solas y que esquivan persistentes bombas de lava. Una sirena constipada crispa los nervios con su tartamudeo. Un dictamen borroso y destellos épicos que interactúan en esta ópera rock con especias wagnerianas.
Las cuerdas vocales de Barry White se rebelan en “Dance o’er the border”. Que la cena no esté lista a tiempo puede generar reacciones y situaciones diversas. Aquí cada comensal es invitado a abandonar su plato vacío y a subir al escenario para emitir las sonoridades que más le plazcan. La camareras agradecidas. Un respiro desacostumbrado.
Una guitarreada como la de “Brokenup...” es una guitarreada. Dos o tres leños encendidos, una pila de arena y agua. Palmas enrojecidas o un tratado sobre la perseverancia.
Llorar, reir y cantar al mismo tiempo puede generar una compulsion vocal como la de Smiling, muy graciosa por cierto. No quepa la menor duda de que este grupito de adolescentes ha decidido abandonar la escuela para transformarse en personajes-duendes de un video juego. Celebrar hasta que alguien ponga una ficha, parece ser en esta aventura, una decisión acertada.
Si el disco anterior puede ser definido como un compendio sonoro de poesías, por primar la inspiración, la intuición, lo anárquico, asistimos aquí a la configuración de un libro musical de cuentos cortos, donde la lógica y el concepto parecen haber conquistado una parte del terreno. La integración de lo heterogéneo ya no se da un plano meramente abstracto, sino que responde a una idea de lo concreto, siempre en función de las leyes que rigen el pequeño universo de la banda.
“Disparos calientes 2” es una producción solvente y rigurosa en su apuesta por alcanzar una perfección de la locura. Un acercamiento científico a la irracionalidad de lo no-cotidiano.
La soledad que nos sugiere “Gone” es tan densa como inabarcable. Imaginemos el estado de oscuridad de alguien que ha sido expulsado de la vigilia para siempre. Una inevitable sensación de vacío y desasosiego para un desterrado, puesto a vagar día y noche por el desierto.
En agosto de 2004 y debido al “escaso éxito comercial”, Beta Band anuncia su separación no sin antes dejarnos el que es sin lugar a dudas, el disco más elaborado y pensado de los músicos oriundos de Edimburgo. Heros to zeros (o4), neo-barroco y cautivante, es el punto cúlmine y apoteótico de estos muchachos que supieron aportar durante 8 años, sugestivas dosis de oxígeno a una escena musical desgastada. Es imposible dejar de advertir el homenaje retro-futurista a U2 en Assessment y la amniótica-espacial Wonderful. En Rhododendron , en cambio, percibimos una especie de coctelera sagrada que nos introduce en una canción de cuna-mambo, acondicionada por un viejo sintetizador, que en otras circunstancias, Gary Numan, les podría haber facilitado. Por último destaco la japonesa y conmovedora Troubles , porque para este cuarto y último disco, debe ser el lector de esta nota el que se embarque en la comprometida aventura de descubrirlo, revelarlo por sí solo. Ah. Además recomiendo escuchar los dos trabajos de Lone Pigeon , el proyecto de Gordon Anderson (Ex miembro de la banda). Tanto Concubine Rice (02) como Schoozzzmmii (04) son discos de una extrañeza insondable que, al igual que Deserter’s songs de Mercury Rev (98) y The charm of the highway strip (93) de Magnetic fields , nos sumergen en una paranoia lenta y silenciosa, solo para quienes se atrevan a escuchar lo inescuchable. Ese vertigo al que hacía referencia Rimbaud. Por el lado de Steve Mason, nos tropezamos con su nuevo emprendimiento solista, King Biscuit Time, que cuenta con un EP titulado No Style y un larga duración de reciente salida “Black gold”. Pero no desesperen porque volverán. Si. Algún día volverán los cuatro paisanos con su equino alado, y cuando esto suceda, cuando detonen los primeros acordes, las primeras melodías, en el mismísimo mainstream de la música se hará justicia. ¡Sequen la lluvia!. ¡Oda en sueños a Beta Band!.

lunes, 18 de diciembre de 2006

FIZZ



Tuvimos nuestros 15 minutos de fama. No importa donde ni porqué. Pero creanlo. Mariana (derecha) mi amiga y compañera de plumas, autora del nombre de este blog, abriendo su hermosa bocota en un grito ensordecedor. Yo (izquierda) cual quinceañera pasadita en copas, sosteniendo el ramo y la razón tambien. Fue una tarde muy muy feliz. Gracias a mis amigas, mi amor y el queridísimo champán.

jueves, 14 de diciembre de 2006

Litros



Una guitarra respira por el túnel de agua, agua en círculos perfectos que se fugan en extensiones insospechadas.
Eco, eso, eco mediterráneo…
Aves, todas zancudas en el azul profundo del imposible.
Olas cremosas, campanadas fúnebres a lo lejos, la piel que se tensa y resiste bajo el sol de la embarcación.
Nadar es bello pero insuficiente. ¡Si existiera otra forma de copular con la magnificencia del líquido!
Sal, irrealidad, bocanadas de los muertos.
Gordura del mar, besos del paisaje, blancura de los hogares,
Canela ahogada en la sartén de la griega que suda en silencio
y envejece absoluta.
Alguien emigra,
Promete danzar en su regreso
Y deja volar su sombrilla roja en la marea endiablada.

(Roja vida
Roja muerte
Roja totalidad)

El sueño es el mago que acaricia a los débiles
A los hombres niños en lavandas
Y penetra
Impregna las sedas madres de la antigüedad.
Caigo
Se caen todos en remolinos de humo
En la invisibilidad del gozo que obsequia el mago.
Esta noche me hundo en el placer primitivo
de quien se rinde ante la voluptuosidad de un ensueño
inevitablemente
manco.

lunes, 4 de diciembre de 2006

COCO ROSIE / Noah´s Ark


Viajar en un subte cinematográfico, donde a las personas se les deforma la cara y se escuchan todas las respiraciones posibles, puede suceder. Y más si por encima de esa escena subterránea, fluye un mundo descolorido de teléfonos histéricos, orfandad y locura, ajeno al estado casi acuático-uterino que proponen las hermanas del dúo Coco Rosie. Todo en esa guarida sensible proviene del eco, la delicadeza y la suspensión ansiosa. Con voces infantiles, efectos ensoñadores y coros fantasmales, el disco se eleva en una espiral sin espacio ni tiempo hacia un universo de amplitud desenfrenada. Con la fresca ingenuidad de un susurro al oído, melodías de una dulzura oscura y melancólica, todo el disco funciona como lo haría un sahumerio de sándalo en una silenciosa noche de verano...

viernes, 1 de diciembre de 2006

Si, quiero






Y en la frente me escribi tu nombre, por primera vez...

jueves, 30 de noviembre de 2006

Soy grasa


Tengo que aceptarlo. Ojo, ser grasa no tiene nada que ver con mirar a Tinelli, leer el Código da Vinci o soñar con ir de shopping a Miami. No podría aunque quisiera. Ser grasa es una insignia, una característica tan ineludible como el color de pelo, el tamaño de las orejas o la posición lumbar (que dicen que se corrige pero mienten). Ser grasa es muy divertido y aceptarlo, todavía mas. La grasada que me divierte es la desfachatez de estar haciendo algo sin importar si es burdo o elegante. Relajarse, olvidarse, combinar los colores para el culo, sobre-maquillarse, flashear con una canción sin importar si es brit-pop o rock psicodélico, putear fuerte si la monedita no pasa por la máquina del bondi, comer un pancho en el tren, no preocuparse por ser “interesante”, que se te escape una guarangada, eructar y no ponerse colorada, no hablar susurrando, reírse a carcajadas en un restorán o esos lugares de “ambiente familiar clase media” muy frecuentes en mi querido suburbano, especialemente en Adrogué. Eso. Ahí vamos. Adrogué, hermosa localidad de pudientes y aspirantes a serlo, potencia al grasa. Adrogué me hace mas grasa. No puedo evitarlo. No me queda bien. O sea, si me sacás una foto en Adrogué, algo está mal. O yo estoy superpuesta o la escenografía es la equivocada. En ese lugar me di cuenta de mi adorable condición de grasa, que hasta el momento era sólo una cualidad de otros. Pero una grasa sensible, eh. No vayan a pensar que no miro los árboles centenarios y respiro feliz. Ojo, se puede ser un grasunga poético también. ¿Acaso cuántos artistas grasas hubo y hay? Mejor no detallemos. Eso se lo dejo a ustedes…
Se me hizo tarde, che. Me voy a comprar un sanguche de mortadela al almacén con las gafas de sol puestas, bien a lo Marta Minujín. Si hay mishiadura que no se note mamita!

jueves, 23 de noviembre de 2006

Mentime que me gusta


19 hs. Un bruto ejército de ejecutivos se dedica a ocupar las enceradas mesas de un after-office, al ritmo de múltiples ringtones sonando desde sus bolsillos como prótesis histéricas. Sonrisas apresuradas, apodos, jarra de cerveza helada y un apetito ahogado en las miradas, tan profundamente vacío que espanta. Enseguida, se organizan asados, partidos de tenis o de fulbo para los más viejita (porque ahora hay “ejecutivos viejita", señora), se habla de las tetas de alguna fulana y se planean findes en un spa con aguas termales y baños de bosta de orangután para “desenchufarse”. Ahí vamos. La ansiedad se apodera de la gran ciudad como una medusa déspota y pegajosa. Y aterriza (imperial) la gigantesca nave de la anestesia: Todo está programado en el infalible panel de control para una vida satisfecha, equilibrada y segura. Economía del tiempo, dosificación del ocio y la cruel ilusión de libertad, a los sólos y perversos efectos de no pensar en otra cosa. Evadir la pregunta, zambullirse en la estridencia feroz de la compra despavorida, bajarse los pantalones para la tremendísima inyección de pelotudez y deseos inmediatos. (Ojo hippie, para vos también).
Lo maravilloso, señores, es fantasear con la libertad ¡eso que escucho decir “soberanía”!. Claro, pero si vivimos en democracia viejo, podemos manifestarnos, solidarizarnos con el despelote de Medio Oriente, votar a quien mejor nos caiga (porque tenemos un poli-partidismo de puta madre), hacer lo que pinte y comprar lo que se nos ocurra (le recuerdo que eso en Cuba no sucede señora, así que fíjese qué onda su preocupación por la salud de Fidel ¡y deje de mirar TN de una vez quiere!). Qué lindo que es hablar de la mediocridad, eso sí que redime la conciencia ¿no?. Como si por sólo mencionar esa palabra nos convirtiera mágicamente en menos mediocres. Qué lindo es dejarse mentir y creer resistirnos a la Farsa de la industria-basofia que nos baja la luna a cambio de un poco de parálisis mental, comportamiento primate y obsecuencia clasemedia-fóbica-blumbergriana-celulítica-fanática-atroz.
Una piba de 12 años se dedica a pensar en el próximo celular modernísimo que le pedirá a sus padres. Ellos, falsamente alarmados por el precoz snobismo de la pequeña, piensan que lo mejor es estar comunicados. Perdón, pero ¿comunicar qué cosa?. Ah claro, que no está descuartizada en una zanja y que aún conserva los 5 dedos de la mano. No importa cómo, pero a salvo y en remis de confianza, desde ya. ¿Hay otra cosa para comunicar?: ¡Póngase a estudiar mijita que no la quiero ver vendiendo ropa en los coreanos!.
Le contaba. Los ejecutivos. Estos tipos de negocios vió, medio pelo, pichones de garca (o garca consagrado en el mejor de los casos). Mugre cipaya: cachetitos bronceados, atornilla-trabas, tomadores de merca en baños con Lysoform, fanáticos de autos con airbag y petes express, admiradores de la pasta de mamá, llorones mimados del blanco Ala, fervientes mundialistas, increpantes puteadores de atención al cliente, falsos entendidos de Floyd (que sólo escuchan para “transportarseeeee” o levantarse una hippie de Barrio Norte traumada por la descontrolada prosperidad de su familia). Buenos muchachos como para la nena, que no le van a hacer pasar “necesidad” ¡¿Qué necesidad?!. Bueno che, ojos que no ven corazón que no siente. ¿Qué quiere la nena encima de la lipo y el viajecito a Miami?. ¿De qué me habla? ¿incertidumbre, angustia, soledad? ¿Cómo? ¿la búsqueda existencial?. Pero déjese de pavadas quiere y coma el sushi de una vez, no me deje pagando al muchacho. Y no me llore que hay gente que está peor, eh?. Esa pobre gente que duerme en la calle y junta cartones, qué terrible. ¿Sabe cuántas quisieran tener una vida como la suya con ese hermoso televisor que le compró su marido?. ¿Qué su marido tiene qué? ¿Neurosis?. Pero vamos, eso es un invento de los drogadictos y toda esta gente reventada de ahora que se queja de llena.
Gracias a Dios no le falta nada doña, dése vuelta y duerma tranquila. Eso, duerma, duerma, duerma…





miércoles, 22 de noviembre de 2006

Que la cultura gay vende, que no. Que los homosexuales se automarginan, que los excluimos los hetero. Que las "locas" te molestan en el bondi y las tortas son unas acosadoras psicópatas, que antes los tipos eran "señores putos" y ahora son un mamaracho... Pero basta che!!. Stresa.
Por eso mis querid@s: El sabado 25, a llenar la plaza de plumas, cuero, topless y bigotes pintados!. Y si no sos gay, bueno, anda a hacer bulto o mirá bultos o quedate a un costado observando espantado la degeneración y el desparramo ¡y despues no te quejes!. A los tapad@s: Ojo con las camaras de TV!. No sea cuestion que los compañeros de trabajo te esperen a la salida o la abuela te desherede...

Zampo se enamora en una clase de Historia de la filosofia medieval




Fue tan lindo. Una brisa de aire le mecía los cabellos, se decía algo sobre la existencia de Dios, sobre demostraciones racionales. Ella sonreía, el placer la invadía y no podía mantener la seriedad que la clase suponía. Me vio sonreir y eramos cómplices.
Fue tan lindo. Antes que eso yo estaba raro, no podía seguir los razonamientos, no quería. Para mi Dios estaba en esa aula, en el ser de cada persona presente. Me producía gran placer mirar a cada compañero, saberlos personas. Al tiempo me invadía una simpatía que me hermanaba con ellos, me reconocía y era feliz. Con esa brisa que entraba por la gigantesca ventana enfrente mío, bebía verdades frescas y el pelo de esa chica ondeando en el aire y cubriendo su cara. Era gracioso.

martes, 21 de noviembre de 2006

Foto: Giovanny Garrido

Tres, cuatro, cinco, seis. Los cuerpos corren sobre el polvo, buscando histéricos la pelota de cuero reventado. Alguien grita cerca del arco, un par de rodillas huesudas se entierran en el polvo, la pelota sale disparada en línea recta, el sudor de los rostros se enfría y ¡GOOOOOL!. El petiso de gorrita salta desenfrenado entre sus compañeros, una palmada fuerte en la espalda lo sacude y sonríe como un goleador consagrado.
Así se transpira el picadito que despide al Sol. Como en una procesión secreta y sincrónica, se juntan los cuerpos y la pelota como un santo sucio y descosido, que se convierte en pasaporte artesanal a la gloria. Ellos se reinventan, se mezclan y fluyen en la religiosidad del juego, en la primitiva magia del Vencedor y el Vencido. El barrio es el estadio silente, la tibia olla que los alimenta desde el anonimato y la desesperanza, como un útero sabio y bueno.
Las delgadas siluetas se mueven como fantasmas contra el horizonte. Una brisa tibia despeina a los jugadores que se disputan el triunfo con ingenua ferocidad. Corren las piernas, se tiran de las remeras, ríen, putean, se caen y vuelven a correr como en una danza tribal, libertaria.
Termina el juego. 2 a 1. Los doce pechos respiran agitados en ronda. El de gorrita dice que quiere ser como Tévez y tener una novia como Natalia cuando tenga plata. Todos se burlan no por crueldad sino por creer en lo mismo. Y acarician tácitamente sueños de flashes eléctricos, hoteles, estadios y gloria dorada. Devolver sonrisas a las madres, volver al barrio consagrados, inflamarse de orgullo bueno y nobleza. Y ante todo, el gran desafío de saberse ganar la medalla de la Identidad para siempre.
El Sol desaparece. Los seis se tiran en el pasto y miran el cielo hipnotizados. El de gorrita usa la pelota de almohada y masca chicle con la boca abierta. Cuenta que el domingo va a ir a la cancha con su hermano y van a llevar el mejor trapo. Se produce un silencio amistoso, se despiden con un golpe corto en el hombro y se pierden en el barrio. En el campito sólo queda rocío, oscuridad y como doce bichitos de luz.
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En Babia



Les recomiendo entrar a www.babiarevista.com.ar, publicación de dos muy queridos amigos y vía de fanfarria ocasional de quien escribe, en un casi deportivo intento de hacer periodismo. En este número, se publicó un bonito texto de mi amigo y compañero Manuel Becerra sobre "El Escape". Pasen y chusmeen :)


Coffee and TV (Blur)

Do you feel like a chain store?
Practically floored
One of many zeros
Kicked around bored
Your ears are full but your empty
Holding out your heart
To people who never really
Care how you are
So give me Coffee and TV
PeacefullyI've seen so muchI'm goin blind
And i'm braindead virtually
SociabilityIt's hard enough for me
Take me away form this big bad world
And agree to marry me
So we can start all over again
Do you go to the country
It isn't very far
There's people there who will hurt you
cos of who you are
Your ears are full of the language
There's wisdom there you're sure
'Til the words start slurring
And you can't find the door
So give me Coffee and TV
PeacefullyI've seen so much
I'm goin blindAnd i'm braindead virtually
SociabilityIt's hard enough for me
Take me away form this big bad world
And agree to marry me
So we can start all over again
So give me Coffee and TV
PeacefullyI've seen so much
I'm goin blindAnd i'm braindead virtually
SociabilityIt's hard enough for me
Take me away from this big bad world
And agree to marry me
So we can start all over again
Oh...we could start over again
Oh...we could start over again
Oh...we could start over again
Oh...we could start over again

lunes, 20 de noviembre de 2006

Por decantación


Alguna vez alguien me dijo que el "Nena, el trabajo dignifica". Qué cosas dice la gente. El trabajo (en una actividad tan indeseable como ser oficinista) denigra, corroe, destiñe y lastima el cerebro. Uno va desarticulándose en pequeñas piezas de idiotez que con esfuerzo (muuuuuucho esfuerzo) pueden construir un ser humano "elocuente". El tiempo se agota y para!. Quiero un siglo sabaticooooooooooo!!!!
Mientras espero, cargo de rimel mis pestañas y preparo mas café...




Marfil



11 hs.
Despierta sobre su guitarra de marfil, tan inútil marfil inútil.
Dice algo de caernos dando tumbos sobre el Parque Lezama y devolver el envase al kiosco pero solo habían trenes, muchos trenes donde siempre recuerdo lo mismo y veo los mismos policías que duermen como osos llegando a Lanús y tengo miedo.
Crucé la avenida de viento y estaba sentado demasiado vivo sobre la muerte
Y habían hojas en remolinos, inconmensurables todas.

Gloria, gloria, gloria sobre el piso de mamá
(brillante piso de mamá fármaco)
que tal si el piano suena mal
que tal si te desnudas
que tal si mandamos a la mierda a Pablo por la ventanita del altillo
Y nos redimimos en algodones blancos. Por siempre algodones limpios y frescos.
Perfectísimos muchachos.

La manguera-serpiente trepa la reja mortífera
Y pedís por la nena de Claromecó que no tiene monedas para un público
Y llora parlantes con tucumanos inhumanos que venden caracoles horribles
Y vos con tu manguera y tu licor injusto exprimiéndote el cogote marfil
Mientras tu papá se hunde en una Venecia llena de peste
y yo con mi aguaviva cruel quemándome la espalda.
(que quema más que vos).



viernes, 17 de noviembre de 2006

Como una virgen

Si. Este es un Blog tematico. Aun no sabemos de qué.