Denso mareo de tristeza
miércoles, 16 de julio de 2008
La sangre en el ojo
Denso mareo de tristeza
viernes, 27 de junio de 2008
sábado, 1 de marzo de 2008
Cuadro
En la marquesina de un colectivo anuncian algo de las FARC, con la síntesis más deforme y bizarra posible. Seguidos por ofertas de supermercados y planes de ahorro para teléfonos celulares, la pantalla termina contando un chiste cordobés y dando la receta para una tarta de brócoli. De pronto, un tipo sube tocando la lambada con su charango. Rutilante. Lo llenan de monedas y hasta un billete de 2 pesos. Un adolescente petisito, falshea y aplaude anonadado persiguiendo a su nuevo ídolo con la mirada, hasta perderlo en una parada para abandonarse a su melancolía otra vez.
En una vereda de Lomas de Zamora, a eso de las 10, un hombre mayor se detiene a pisar cucarachas y bichos raros. Está ensañado y se averguenza al encontrar las miradas de algunos. Trata de justificarse con una expresión de “Pero viejo ¿usted no haría lo mismo?” y dos señoras se alejaron unos pasos, asustadas. El tipo quedó inmóvil, con su moral solitaria y los cadáveres reventados en el piso. Hubo tristeza en la cara de todos.
La coca que compré ya estaba caliente y tiré un chorrito sobre los insectos mutilados. No había nadie a mi alrededor. Me avergoncé en secreto y tuve ganas de llorar.
miércoles, 2 de enero de 2008
Como palas
Manos que me traen al mundo y me lavan el cuerpo,
Me exploran
Me sostienen al caminar
Manos que remontan barriletes y se elevan junto a él
Manos que saludan tras un vidrio cualquiera
O se pierden tras abrir un picaporte eterno.
Las manos que me alejan
Las manos que no soy
Manos que amasan el pan hasta el trance
Manos que se cierran en la oscuridad
Y florecen siempre
Queriendo acariciarlo todo:
La piel de la ballena,
El mármol liso,
Tu pelo mojado.
Buscándolo todo como tarántulas ansiosas
Manos que siembran la fruta
Que masturban la vida
Que entierran al ser sin vida
Manos que juegan a ser aves
(Que se olvidan del ser)
Manos que empuñan la guitarra en la niebla
Que buscan caracoles en la arena
Que duermen cálidas en los bolsillos de paño.
Manos que acarician la boca
Y la callan de repente.
Las manos que encierran secretos revelados
por los locos o los sabios
Manos que se posan sobre el ser
Y arden de luz con el tacto.
Manos que se hacen un cuenco para el agua,
La tierra y el arroz
Las manos que curan y que dañan
Manos que masajean la locura del hombre
Que construyen el arte, como palas maestras.
Las manos que tiemblan en la incertidumbre
Que sudan en el amor
Y crían la esperanza
En aviones de papel.