viernes, 19 de enero de 2007

Sr. Oficinista: Renuncie.



Renuncié. Ajá. Una mañana le dije a mi jefa "me voy" y no hubo forma de que lograran convencerme. Es increible el poder del Agotamiento acumulado y cuando se estalla, las desiciones son indeclinables. Aaaahora se respira, se respira mucho mejor, se abren cosas, se cierran otras terribles. Tengo que acostumbrar a mis pulmones al sano ejercicio de la respiracion, algo que durante años se habia afofado en una oficina miserable, hermetica y prisionera.

No más trenes enloquecidos, ni paranoia, ni fobia a las llegadas tarde, ni las psicopateadas insoportables. Hoy brindo por vos, por mi, por esta sensacion bellisima de liberacion y orgullo bueno.